Partiendo de todo lo que ya sabemos de esta época en la historia, comenzaremos con otro aspecto importante de la misma.
El humanismo es un movimiento intelectual, filosófico y
cultural europeo estrechamente ligado al Renacimiento cuyo origen se sitúa en
el siglo XIV en la península Itálica (especialmente en Florencia, Roma y
Venecia)
La sociedad intelectual de ese tiempo buscó en la Antigüedad
Clásica y retoma el antiguo humanismo griego del siglo de oro y mantiene su dominio
en buena parte de Europa hasta finales del siglo XVI, cuando se fue
transformando y diversificando a merced de los cambios espirituales provocados
por el desarrollo social e ideológico de la religión y la ciencia en Europa, fundamentalmente
al pactar con los principios propugnados por las reformas (luterana,
calvinista, anglicana), la Contrarreforma católica, la Ilustración y la
Revolución francesa del siglo XVIII.
Después de la caída de Constantinopla y los eventos
posteriores, esta nueva ideología debía restaurar todas las disciplinas que
ayudaran a un mejor conocimiento y comprensión del hombre, y especialmente con
ayuda de las obras de los autores y filósofos de la Antigüedad Clásica, a los que
se consideraban modelos del conocimiento más puro que se había debilitado en la
Edad Media.
Para recrear las escuelas de pensamiento filosófico
grecolatino e imitar el estilo y lengua de los escritores clásicos, se
desarrollaron extraordinariamente la gramática, la retórica, la literatura, la
filosofía moral y la historia, ciencias ligadas estrechamente al espíritu
humano, en el marco general de la filosofía: las artes liberales o todos los
saberes dignos del hombre libre frente al dogmatismo cerrado de la teología,
expuesto en sistemáticos y abstractos tratados que excluían la multiplicidad de
perspectivas y la palabra viva y oral del diálogo.
Sus fuentes de consulta incluían también las biografías de
héroes y personajes célebres, que fortalecían el interés por lo humano frente a
la hagiografía, es decir, la vida de santos medievales.
La mitología, representa un rico repertorio de la conducta
humana más sugerente para los humanistas que las castrantes leyendas piadosas,
vidas de santos. Este tipo de formación se sigue considerando aún hoy como humanística.
ASPECTOS QUE FAVORECIERON EL HUMANÍSMO.
Después de grandes debates y polémicas, a partir del siglo
XV el movimiento humanista se vio favorecido por varios factores:
La emigración de
sabios bizantinos: debido a que el Imperio bizantino estaba siendo asediado
por los turcos, muchos de ellos buscaron refugio en Europa Occidental,
especialmente en Italia, llevando con ellos textos griegos, promoviendo la
difusión de la cultura, los valores y el idioma griego.
La invención de la
imprenta: este invento de Gutenberg permitió el abaratamiento del costo y
la difusión de los libros, garantizando la difusión masiva de las ideas
humanistas y la aparición del sentido crítico contra el magíster dixit o
argumento de autoridad medieval.
La acción de los
mecenas: los mecenas eran personas que, con su protección política, con su
aprecio por el saber antiguo, con su afán coleccionista o con la remuneración
económica a los humanistas para que se establecieran o costearan sus obras en
la imprenta, facilitaron el desarrollo del Humanismo. Estas personas reunían
obras clásicas y llamaban a eruditos conocedores de la literatura griega y
romana; por si eso fuera poco, los acogían en sus palacios.
MECENA: La palabra
mecenas hace referencia a aquella persona que, por contar con los recursos
económicos suficientes, toma bajo su protección a un artista o científico para
permitirle realizar su tarea y beneficiarse con ella de algún modo más o menos
directo.
La creación de
universidades, escuelas y academias: las universidades (como la de Alcalá
de Henares, Lovaina, etc.) y las escuelas del siglo XV contribuyeron en gran
parte a la expansión del Humanismo por toda Europa.
CONSIDERACIONES
HUMANISTAS…
El antropocentrismo o
consideración de que el hombre es importante, su inteligencia el valor
superior, al servicio de la fe que le une con el Creador.
Se restaura la fe en
el hombre contemporáneo porque posee valores importantes capaces de superar
a los de la Antigüedad Clásica.
La razón humana
adquiere valor supremo.
En las artes se
valora la actividad intelectual y analítica de conocimiento.
El arte humanista toma
la materia popular y la selecciona para transformarla en algo estilizado e
idealizado.
El optimismo frente
al pesimismo y milenarismo medievales. Existe fe en el hombre: la idea de
que merece la pena pelear por la fama y la gloria en este mundo incita a
realizar grandes hazañas y emular las del pasado. La fe se desplaza de Dios al
hombre.
La lógica
aristotélica frente al argumento de autoridad medieval: la imprenta
multiplica los puntos de vista y los debates, enriqueciendo el debate
intelectual y la comunicación de las ideas. Se ponen de moda los géneros del
diálogo y la epístola, todo lo que suponga comunicación de ideas. Se propone la
libre interpretación de la Biblia y su traducción a las lenguas vulgares
(Lutero) frente a que solo sea interpretada por la Iglesia Católica.
Ginecolatría,
alabanza y respeto por la mujer. Por ejemplo, el cuerpo desnudo de la mujer
en el arte medieval representaba a Eva y al pecado; para los artistas
humanistas del Renacimiento representa el goce epicúreo de la vida, el amor y
la belleza (Venus).
Búsqueda de una
espiritualidad más humana, interior, (devotio moderna, erasmismo), más
libre y directa y menos externa y material.
El reconocimiento de
los valores humanos acabando con la Inquisición y el poderío de la Iglesia.
HISTORIAS, BOCETOS Y TRABAJOS DE LOS ARTISTAS DE LA ÉPOCA.
Miguel Angel Buonarroti
Escultor, pintor y arquitecto italiano. Habitualmente se
reconoce a Miguel Ángel como la gran figura del Renacimiento italiano, un
hombre cuya excepcional personalidad artística dominó el panorama creativo del
siglo XVI y cuya figura está en la base de la concepción del artista como un
ser excepcional, que rebasa ampliamente las convenciones ordinarias.
Durante los cerca de setenta años que duró su carrera,
Miguel Ángel cultivó por igual la pintura, la escultura y la arquitectura, con
resultados extraordinarios en cada una de estas facetas artísticas.
Sus coetáneos (personas de la misma edad que él) veían en
las realizaciones de Miguel Ángel una cualidad, denominada terribilità, a la que puede atribuirse la grandeza de su genio;
dicho término se refiere a aspectos como el vigor físico, la intensidad
emocional y el entusiasmo creativo, verdaderas constantes en las obras de este
creador que les confieren su grandeza y su personalidad inimitables.
En 1496 se trasladó a Roma, donde realizó dos esculturas que
lo proyectaron a la fama: el Baco y la Piedad de San Pedro. Esta última, su
obra maestra de los años de juventud, es una escultura de gran belleza y de un
acabado impecable que refleja su maestría técnica.
Al cabo de cinco años fue a Florencia, donde recibió
diversos encargos, entre ellos el David, el joven desnudo de cuatro metros de
altura que representa la belleza perfecta y sintetiza los valores del humanismo
renacentista.
En 1505, el papa Julio II lo llamó a Roma para que
esculpiera su tumba; Miguel Ángel trabajó en esta obra hasta 1545 y sólo
terminó tres estatuas, el Moisés y dos Esclavos; dejó a medias varias estatuas
de esclavos que se cuentan en la actualidad entre sus realizaciones más
admiradas, ya que permiten apreciar cómo extraía literalmente de los bloques de
mármol unas figuras que parecían estar ya contenidas en ellos.
Julio II le pidió también que decorase el techo de la Capilla
Sixtina, encargo que Miguel Ángel se resistió a aceptar, puesto que se
consideraba ante todo un escultor, pero que se convirtió finalmente en su
creación más sublime. Alrededor de las escenas centrales, que representan
episodios del Génesis, se despliega un conjunto de profetas, sibilas y jóvenes
desnudos, en un todo unitario dominado por dos cualidades esenciales: belleza
física y energía dinámica.
En 1534, Miguel Ángel se estableció definitivamente en Roma,
donde realizó el fresco del Juicio Final en la capilla Sixtina y supervisó las
obras de la basílica de San Pedro, en la que modificó sustancialmente los
planos y diseñó la cúpula, que es obra suya. Su otra gran realización
arquitectónica fue la finalización del Palacio Farnesio, comenzado por Sangallo
el Joven.
La historia de Cómo Fue Pintada la Capilla Sixtina...
Leonardo Da Vinci
Artista, pensador e investigador italiano que, por su
insaciable curiosidad y su genio polifacético, representa el modelo más acabado
del sabio renacentista.
Aunque practicó las tres artes plásticas (pintura, escultura
y arquitectura), no se ha conservado ninguna escultura suya y parece que
ninguno de los edificios que diseñó llegó a construirse, por lo que de su obra
como escultor y arquitecto sólo quedan indicios en sus notas y bocetos personales.
La obra pictórica (pinturas) de Leonardo da Vinci la que le
ha hecho destacar como un personaje cumbre en la historia del arte. De la
veintena de cuadros suyos conservados, destacan La Anunciación, La Virgen de
las Rocas, La Santa Cena, La Virgen y Santa Ana, La Adoración de los Magos y el
Retrato de Ginebra Benzi. El más célebre es sin duda La Mona Lisa o La
Gioconda, retrato que tuvo al parecer como modelo a Mona (abreviatura de
Madonna) Lisa Gherardini, esposa de Francisco Giocondo.
Todas sus obras son composiciones muy estudiadas, basadas en
la perfección del dibujo y con un cierto halo de misterio, en las que la
gradación del color contribuye a completar el efecto de la perspectiva.
El propio Leonardo teorizó su concepción del arte pictórico
como «imitación de la naturaleza» en un Tratado de pintura que sólo sería
publicado en el siglo XVII.
Interesado por todas las ramas del saber y por todos los
aspectos de la vida, los apuntes que dejó Leonardo (escritos de derecha a
izquierda y salpicados de dibujos) contienen también incursiones en otros
terrenos artísticos, como la música (en la que destacó tocando la lira) o la
literatura.
Según su criterio no debía existir separación entre el arte
y la ciencia, como no la hubo en sus investigaciones, dirigidas de forma
preferente hacia temas como la anatomía humana (avanzando en el conocimiento de
los músculos, el ojo o la circulación de la sangre), la zoología (con especial
atención a los mecanismos de vuelo de aves e insectos), la geología (con
certeras observaciones sobre el origen de los fósiles), la astronomía (terreno
en el que se anticipó a Galileo al defender que la Tierra era sólo un planeta
del Sistema Solar), la física o la ingeniería.
En este último terreno fue donde quedó más patente su
talento de precursor a juicio de las generaciones posteriores, ya que Leonardo
concibió multitud de máquinas que no dio a conocer entre sus contemporáneos y
que la técnica ha acabado por convertir en realidad siglos más tarde: aparatos
de navegación (como un submarino, una campana de buceo y un salvavidas),
máquinas voladoras (como el paracaídas, una especie de helicóptero y unas alas
inspiradas en las de las aves para hacer volar a un hombre), máquinas de guerra
(como un puente portátil y un anticipo del carro de combate del siglo XX),
obras de ingeniería civil (como canalizaciones de agua o casas prefabricadas),
herramientas y maquinaria de tipo industrial (como una hiladora, una
laminadora, una draga o una cortadora de tornillos), fortificaciones, etcétera.
COMO ERA DA VINCI
COMO LO IMAGINO DESPUÉS DE CONOCER SU HISTORIA:
"Aplaudo con mis cuatro manos"
Algunos de sus Bocetos...
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